Guía para asistir a un concierto de música clásica (y no morir en el intento)

Existen una serie de prejuicios en torno a la llamada música clásica, que muchas veces han sido infundados y acrecentados por el esnobismo y chauvinismo, pretendendiendo limitar su acceso a las masas; y otras tantas, por la misma gente que se ve intimidada por el deconocimiento al arte en sí. Sin embargo, siempre he dicho que sólo hace falta documentarse un poquito - cosa fácil en plena era digital - e ir abierto a ver, escuchar, analizar pero sobre todo, a sentir. Así que mi intención es que este texto pueda abrir el apetito de algunas personas que nunca o pocas veces han ido a un concierto de esta índole, incluyendo algunos pasos para mejorar su disfrute; algo que muchos tuvimos que aprender sobre la marcha al no nacer en un ambiente en que se acostumbrara esta música y sus actividades derivadas.

La Berliner Philharmonie, sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín (Berliner Philharmoniker).

¿Qué es un concierto de música clásica/docta/académica/?

Sí, la pregunta parece tonta pero no lo es, pues este concierto es el más diferente que puedes encontrar en comparación con el resto de géneros musicales, que más o menos comparten formas y protocolos similares entre sí. Básicamente, es un concierto en el que un intérprete o músico, un conjunto pequeño o una orquesta ejecutan una o varias obras musicales de compositores en su mayoría de décadas o siglos pasados; podría decirse que lo único que hacen es un cover de una pieza que ha sido muchas veces tocada por múltiples personas y formaciones en todo el mundo desde hace tiempo, aunque en ocasiones también hay estrenos - nacionales o mundiales - de obras contemporáneas.

Por lo general - o así debería ser si el foro es el correcto - son conciertos que se ejecutan con instrumentos acústicos o análogos, es decir, que no hay ningún medio electrónico o de captación y ampliación de sonido (micrófonos y altavoces) entre un instrumento musical y el oído del público. Claro, en obras más recientes se llegan a incluir instrumentos electrónicos o ciertos efectos pregrabados, pero en su mayoría es música de épocas pasadas en las que no existían tales tecnologías. Es por ello que esto recae en la calidad de una sala de conciertos, que no puede - o no debería - ser un teatro o auditorio común y corriente: debe poseer cualidades arquitectónicas y acústicas especiales para beneficiar al sonido y evitar el uso de micrófonos. Es entonces una experiencia completamente en vivo, en donde cualquier error puede ser notado y no hay cabida para lo artificial o "playback's".

Tipos de conciertos 

Hay múltiples tipos de conciertos, que dependen en gran medida del género de la obra o tipo de música que se va a ejecutar. Pero para fines prácticos y didácticos, podríamos englobarlos fundamentalmente en tres tipos: de cámara, "sinfónicos" y escenificados. 

Los conciertos de música de cámara o camerísticos son aquellos que son de un instrumento solista (un recital de violín, por ejemplo), duetos, tríos, octetos u orquestas pequeñas, justamente llamadas orquestas de cámara. Son eventos de corte más íntimo, y por lo general se presentan también en espacios más pequeños que propician esa cercanía con el público y no exigen grandes cotas de volumen a los instrumentistas, lo ideal para este tipo de obras. Algunos de los géneros que pueden escucharse en estos conciertos son obras solistas para algún instrumento (sonatas, baladas, variaciones, etc.) o combinación de varios, conciertos "grossos" (música de los periodos barroco o clásico principalmente), música vocal con acompañamiento de piano o algún conjunto, entre otros.

Por su parte, los conciertos sinfónicos son aquellos de mayores dimensiones tanto en la orquesta como en el foro. Son ejecutados por orquestas sinfónicas (o filarmónicas, para este fin es lo mismo), agrupaciones que normalmente rondan entre los 80 a 120 integrantes,  y dependiendo de la obra musical en turno y lo que exija la partitura y el compositor, pueden acompañar a uno o varios solistas (piano, violín, flauta, violonchelo, voz, etc.) o ser acompañados de un coro de similares o mayores dimensiones. La obra más asociada con este tipo de concierto es la sinfonía, pero también existen oratorios o misas (con coro), conciertos para orquesta e instrumentos solista, obras para voz solista y orquesta, poemas sinfónicos, suites, y un largo etcétera.

Por último, los escenificados son básicamente dos: ballet y ópera. Un ballet es una historia que se cuenta a través de la misma música y la danza, que puede o no incluír escenografía. Por su parte, una ópera es más compleja, pues como siempre digo, es una obra de teatro que en vez de ser hablada es cantada y musicalizada. Incluye, además del lógico canto, actuación y diálogos por parte de los cantantes, la música que acompaña a todo lo que sucede en escena, escenografía, vestuario y en algunos casos hasta pequeños ballets dentro de la misma ópera; por eso es llamada la expresión máxima de las artes. En estos dos casos la orquesta (que varía de igual manera conforme a la exigencia de la partitura) va en un foso anterior al escenario, pues no es la protagonista, mientras que el resto de la acción se desarrolla en las tablas escénicas. Algunas obras de este tipo suelen presentarse fuera de un teatro de ópera (que es el foro ideal) en su versión "semiescenificada" o completamente de concierto, o sea, sólo la música como en un concierto sinfónico. Pero de la ópera en particular haré una entrada exclusiva, pues tiene su protocolo a parte.

Escena de "La valquiria" de Wagner, producción del Metropolitan Opera House de Nueva York.

La conformación de una orquesta sinfónica/filarmónica

Una orquesta se conforma de secciones agrupadas por sus similitudes entre sus distintos instrumentos, y no está de más conocer un poco para ubicarlos el día del concierto. Las percusiones son los instrumentos más antiguos de la humanidad, sin embargo son de los últimos en ser agregados históricamente a las orquestas, pues antañamente se consideraban vulgares. En esta sección se incluye todo instrumento que necesite ser "golpeado" para producir sonido - tambores, batería, timbales, congas, bombo, marimba, xilófono, platillos o címbalos, la lista es enorme. Cabe señalar que, debido a la aparente sencillez al ejecutar muchos de estos instrumentos, suelen rotarse entre obra y obra los percusionistas. Como adicional, se incluyen también en esta sección los instrumentos de "cuerda percutida", como el piano o el arpa, así como el órgano. Por su parte, los alientos-madera, vientos-madera o simplemente maderas son posiblemente los segundos más antiguos, a imitación de nuestros ancestros prehistóricos por reproducir el sonido de las aves. Son aquellos que funcionan, como indica el nombre, al soplar en su interior a través de una membrana o caña y en su mayoría son hechos de madera y algunas partes metálicas (las llaves), aunque el saxofón también es incluído en esta sección y es hecho en su mayoría de latón, pero su lengüeta es de una caña simple. Otra pequeña excepción a esta sección podría ser la flauta transversal, que es de metal y de viento directo (de bisel). Los alientos-metal, vientos-metal o simplemente metales, son hechos de tal material en su mayoría y el sonido se produce, a diferencia de los anteriores, por el paso de aire a través de la vibración labial del instrumentista. En esta sección se incluyen la trompeta, trombón, tuba o corno francés/trompa. Por último, las cuerdas (cuerda frotada mediante un arco) se subdividen según sea su registro o tesitura, o sea, de agudas a graves tenemos los primeros y segundos violines, violas, violonchelos (o simplemente chelos) y contrabajos.

Acomodo de una orquesta por secciones: varia dependiendo del director y tradición.

Ahora, cada sección tiene su instrumentista principal, mismo que se encargará de tocar las partes solistas que exigen algunas obras o "poner orden" entre sus colegas: primera trompeta, primer chelo, primer percusionista (normalmente el que está a cargo de timbales), etc. En cambio, el papel del primer violín, primer atril o mejor llamado concertino es el más importante, pues funge como la mano derecha del director - situado siempre en la primera silla a su izquierda, con los primeros violines - y es el músico de mayor rango en toda la orquesta, algo así como el subdirector o representante de la misma; de igual forma tocará las partes solistas que exijan las partituras. Un dato interesante: antiguamente, cuando la figura de director de orquesta no existía como tal, éste era el encargado de "dirigir" y tocar al mismo tiempo con la orquesta.

Elección del concierto y aproximación

Una vez sabido esto viene el primer paso que es siempre el más dificil: ¿a qué tipo de concierto voy? ¿qué escuchar? Creo que hay dos caminos generales a tomar: el primero en el que ya conoces las obras que van a presentarse o "tocarse" ese día, y esa es la principal razón por la cuál quieres animarte a ir, para poder escucharlas en vivo... O segundo, simplemente es tu primera vez porque te nació (o te obligaron, ¡ja!) y no tienes ni la más mínima idea de que es lo que vas a escuchar. En caso del primero, es más fácil porque ya conoces las obras, posiblemente las has escuchado en una o más versiones grabadas en disco o video, y por ende ya sabes que esperar, entonces sólo queda ver las carteleras y escoger alguna obra que conozcas. En el segundo caso es más dificil, pero nada del otro mundo. Simplemente será un primer acercamiento que por lo general no termina en puntos medios: o lo amas (todas las emociones que te hizo sentir) o lo odias (te aburrió) y cualquiera de los dos casos es válido. En resumen, como regla general recomendaría que tal vez te documentes un poco sobre que es lo que vas a escuchar, sabiendo un poco de contexto (algunas piezas pueden tener su origen en algo que ya conozcas, como alguna obra literaria) y memorizando algunos pasajes que te ayudarían a comprender mejor la obra, para saber previamente si vale la pena ir o si te interesa (haré una entrada referente a como comenzar a escuchar esta música) y después te animes a ir... A menos que seas muy abierto, lánzate a donde caiga tu dedo sin pensarlo.

Qué asientos comprar

Sugiero que como primera vez se escoja un asiento de en medio - tanto en altura como en distancia del escenario - por el hecho de poder apreciar mejor a la orquesta y sus diferentes secciones y ejecutantes, así como por el precio que teóricamente sería la media en rango. Ahora, si se desea estar hasta el frente, se recomienda máximo hasta la tercera fila y de ahí hacia atrás. Así se aprecian más detalles de algunos instrumentos, principalmente si hay solista y las cuerdas. Respecto al sonido, si la sala es buena sera homogéneo en casi toda ella, si no, pues entre más cerca, mejor. Y si de precios hablamos... NO ES CARO, sobre todo si lo comparamos con otros eventos de entretenimiento. Ejemplo: el boleto más caro para las funciones de la Ópera de Bellas Artes estaba - hasta antes de la pandemia - en $650, mientras que el más barato en $150. Estudiantes y profesores tienen en taquilla el 50% de descuento presentando identificación que acredite su condición. 

¿Ir acompañado o solo?

Depende de tu personalidad, si eres de compartir, conversar y discutir, o simplemente de apreciar primero por tu cuenta. Cualquiera de las dos es válida, pero hay un plus recomendable si quien te acompaña ya sabe un poco de esto, así no estarás desprotegido y puede explicarte cosas que como neófito no sabrías.

Llega a tiempo

Algo que no debería de decir, pero es común que en México la mayoría de los eventos comiencen tarde y que seamos impuntuales. Sin embargo, casi siempre los conciertos de esta índole son muy puntuales en comenzar... O por lo menos en cerrar sus puertas, pues no es un concierto de Luis Miguel que empiece hora y media después de lo que indica el boleto. Ejemplos: en el Teatro del Palacio de Bellas Artes (sede capitalina por excelencia para ópera y ballet) suelen ser más permisivos - algo que me molesta y explicaré más adelante - al dejar pasar a la gente ya empezado el evento, pero tampoco es más allá de 10 o 15 minutos. Por otro lado, en la Sala Nezahualcóyotl (sede latinoamericana por excelencia para música sinfónica) son más estrictos y las puertas se cierran a la hora indicada, pudiendo entrar sólo en el intermedio o primer pausa entre obras del programa. Recomendación: llega 15 o 30 minutos antes - a veces más si tienes que buscar estacionamiento - e incluso echas el cafecín o el drink. 

Antes de entrar

Pasa al sanitario y a comer/beber algo en caso que seas muy hambriento/sediento, pues hay obras que duran hasta hora y media sin interrupción y si sales antes que acabe ya no podrás ingresar de nuevo (a menos que estés en ópera y en palco, pero eso lo explicaré en su respectiva entrada). Además, lo ideal es no cortar con salidas o pausas la obra, se pierde la continuidad y magia. Y si hay programa de mano no olvides tomarlo o preguntar donde se consigue, son gratuitos y algunos se pueden llevar a casa acabado el evento.

Vestíbulo de la Filarmónica de Elba (Elbphilharmonie).

El protocolo (o la pregunta del millón: ¿cuándo aplaudir?)

Sí, es lo más embarazoso cuando alguien (o peor aún, tú) aplaude antes de tiempo. ¿Y qué conchas quiere decir antes de tiempo? Explico con el siguiente ejemplo.

El programa es una chulada: Concierto para piano y orquesta No.2 de Johannes Brahms en la primera parte y en la segunda se interpreta la Sinfonía No.4 "Lo inextinguible" de Carl Nielsen. ¿Recuerdas el programa de mano que mencioné en el punto anterior? Aquí es en donde cumple su principal función: además de encontrar información sobre las obras que se interpretarán y sobre los artistas invitados y orquesta, hay algo básico: la subdivisión de cada obra y su duración aproximada. Es entonces una excelente guía para saber cuando aplaudir y cuando estar en silencio. Por regla general, se aplaude al término de cada obra. Si la obra es corta (5 a 8 minutos) y es de un solo movimiento, puedes aplaudir lo que quieras en cuanto termine. Por otro lado, si es como las del programa ficticio que dijimos con antelación, cada una de ellas se divide en cuatro partes que se conocen como movimientos, cada uno con una forma, velocidad y sentimiento único que dotan de variedad a la obra; entonces tendrás que aplaudir al final del último movimiento de cada una, aunque entre movimientos la orquesta y el director haga pequeñas pausas para cambiar de página, respirar o tomarse sus momentos de inspiración.

Regresando entonces al programa... Ya ingresaste a la sala, ya buscaste o te ayudaron a buscar las señoritas tu asiento y ya estás más puesto que un calcetín, la orquesta se encuentra completa y a la expectativa. Entonces... 
  1. Normalmente se anuncian por altavoces las famosas primera, segunda y tercera llamadas, además de algunas otras indicaciones de cada recinto.
  2. Después entra el concertino, al que normalmente se le aplaude a su ingreso y la orquesta se pone de pie, pues este primer aplauso va dirigido a la orquesta en general.
  3. El concertino procede a dar indicaciones para los últimos ajustes en la afinación de los instrumentos, y esto lo hace por secciones. Pidiendo al primer oboe que toque el famoso La 440Hz - pues este instrumento es el mejor afinado -  con base en esa tonalidad comienzan afinando maderas, después metales y al final cuerdas - las percusiones no entran en esta faena - que ocasionalmente afinan por cuerdas graves y cuerdas agudas. Como en el caso de nuestro programa ficticio habrá un piano en escena, se sustituye la labor del oboe tocando el concertino la misma nota pero en el piano.
  4. Una vez afinados y listos todos los músicos, entra el director de orquesta acompañado del solista al frente, en este caso un pianista. Aquí se aplaude por segunda vez, pues el director es la máxima autoridad musical en escena y el solista será la parte que más sobresaldrá por su virtuosismo, técnica, etc.
  5. Listo, se ejecuta la primera obra, que en este caso al ser el Concierto para piano y orquesta No.2 de Brahms, se divide en: I - Allegro non troppo, II - Allegro appassionato, III - Andante y IV - Allegretto grazioso, un poco più presto. Al terminar el cuarto movimiento podemos aplaudir, antes no, pues incluso puede afectar la concentración de los músicos y el solista, que estando en una especie de trance pueden perder el hilo emocional que la obra nos ofrece a lo largo de sus casi 60 minutos de duración. Como dato adicional, hay algunas piezas que, aunque se dividen en movimientos, algunos de ellos se interpretan sin pausa, seguidos, como el caso de los tres últimos de la Sinfonía No.6 "Pastoral" de Beethoven. Esto puede llegar a confundir, pero no queda más que atender al programa de mano y aprender sobre la marcha.
  6. Después de finalizada la obra y de la primera tanda de aplausos, el director y el solista saldrán y entrarán de nuevo a escena como parte del protocolo, y en caso que los aplausos sigan, volverán a salir cuantas veces sea necesario, hasta que los aplausos terminen o hasta que, por cuestiones de tiempo, sea necesario suspender las salidas a escena. Normalmente son dos o tres salidas. Ahora, cuando hay un solista y la interpretación ha gustado mucho, el público suele pedir una propina o encore que no está programada a través de aplausos marcados; ya queda a consideración del interprete (por gusto o si no está agotado de la ejecución anterior) si sale una vez más a escena y satisface al honorable con alguna pieza corta de su gusto.
  7. Una vez concluido esto, la orquesta se toma un descanso y procede el intermedio, en el que podemos de nuevo salir, respirar, beber o comer fuera de la sala. Por lo general son de 15 a 20 minutos, pero recomiendo no tomarse más de 10 para evitar quedarse fuera.
  8. Regresamos del intermedio y viene la segunda parte del concierto, donde se repite casi lo mismo: sale el concertino, aplausos, afinan rápidamente, sale el director, más aplausos y listo. La Sinfonía No.4 "Lo inextinguible" de Nielsen, al igual que el concierto para piano, se divide en cuatro movimientos y de igual forma aplaudiremos hasta el final del cuarto movimiento. Sucede lo mismo con los aplausos y salidas al escenario del director, aunque si él considera que alguna sección o solista ha tenido un desempeño formidable, lo hara notar haciendo que sólo ese músico o sección se levanten y posteriormente la orquesta completa. Muy rara vez la orquesta ofrece un bis, que se diferencia del encore porque ya está pensado en caso que el público lo solicite mediante el aplauso; es simplemente una repetición de algún movimiento o fragmento de la obra en cuestión.
Y listo. Terminado el concierto es bueno una comida, cena o café y en caso de ir acompañado compartir impresiones y reflexionar si ha sido de tu agrado o no. Si es tu primera vez y te encantó, puedes correr a Spotify, YouTube o cualquier otra plataforma a buscar la obra que acabas de presenciar.

Algunas recomendaciones importantes

Como podemos ver no es nada del otro mundo. Así que cerraré con algunas recomendaciones generales y muy importantes:
  • Retomando lo de llegar tarde... Es molesto para la gente que ya está en la sala, pues si permiten pasar a personas una vez iniciado el concierto uno se distrae y no disfruta los primeros segundos o minutos. Este tipo de música exige un nivel de concentración que otras no - principalmente por sus cambios dinámicos y de volumen - para poder apreciarse como debe ser; y que una persona esté pidiendo permiso para pasar a su asiento o que se escuchen sus pasos, murmuros de ropas o cierre de puertas - por no decir ya si van cacareando - es sumamente irritante. Repito, eviten llegar tarde. 
  • Guardar silencio es fundamental en estos conciertos, principalmente por respeto a los músicos y al resto del público. Como ya expliqué, esta música es completamente en vivo y sin micrófonos (posiblemente verás algunos pero son para grabar en audio o para transmisión televisiva, no para altavoces en la sala) y por eso mismo hay fragmentos con un bajo volumen, en los que si alguien hace un pequeño ruido - ¿recuerdas las condiciones acústicas excepcionales que deben tener estos foros? - se va a escuchar en toda la sala. Entonces, antes que nada, asegurate de no llevar nada en los bolsillos que pueda resbalarse y caer.
  • Por amor a tu madre, no consumas nada dentro de la sala o por lo menos durante la interpretación. Me tocó ya escuchar a alguien abrir un dulce con todo el ruido que conlleva la envolutura de celofán... Igual con las botellas de PET, es un martirio y falta de respeto.
  • Si quieres preguntar o comentar algo a tu acompañante, o lo haces rápidamente durante alguna de las pausas entre movimientos a una voz muy muy baja... O lo ideal, te esperas a que termine la obra. También puedes crear algún código de señas, ja ja. 
  • Sí, el calor a veces es agobiante en algunas salas de conciertos. No siempre se puede poner un sistema de aire acondicionado por el ruido que puede hacer, además que los cambios de temperatura pueden afectar la delicada afinación de algunos instrumentos (principalmente los de cuerda) y peor aún, a la voz humana. Entonces, si tienes la necesidad de refrescarte hazlo de manera discreta y sin ruido, con un abanico que sea sólido y que no escandalice. Y hazlo sin pulseras o algún otro accesorio que parezca sonaja.
  • Efectivamente, también se duermen las nalgas o simplemente uno se cansa de estar en la misma posición, así que procura cambiar de postura discretamente y en silencio. Así mismo, si estás en una una zona alta del patio de butacas evita echar el tórax y cabeza hacia adelante o apoyando los codos en las piernas, pues tal vez tú lo hagas para no cansarte o asomarte, pero la persona de atrás no va a ver y te va a recordar a tu madre.
  • No debería tampoco decir esto pero... No hay que ser corrientes y poner los pies en el respaldo de enfrente o estar pateándolo, no es un estadio de fútbol.
  • Si todavía no estás seguro de en qué momento aplaudir, una recomendación más es hacerlo cuando el director baje completamente la batuta o el brazo o los músicos bajen los arcos o sus instrumentos... Y si aún así tienes duda, espera mejor a que el resto del público aplauda en su mayoría, casi nunca es infalible.
  • Dejo al final la más importante y común error de siempre: ¡las malditas toses! Es inevitable tener alguna tos de vez en cuando (incluso un estornudo); pero debemos ir prevenidos. En primera instancia, procurar toser entre pausas de movimientos o al finalizar la obra, y si es inevitable la tos, hacerlo muy discretamente y SIEMPRE tapándose la boca con un pañuelo, de tela preferentemente para opacar el ruido. No hay que ser descarados.
  •  Y mi máxima: DÉJATE LLEVAR, SIENTE Y DISFRUTA SIN PREJUICIOS.



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